martes, 19 de marzo de 2013

PRESENTIMIENTO




Si se caen las rendijas
de mi casto prematuro
fulminaré mi futuro
con brillantes sabandijas.
Llenaré rotas botijas
de alcohol sobre mi garganta
para formar esa manta
invisible con el mar,
y así pode germinar
aquella rosa tan santa.

Si mi madre no doliera
la existencia de mi ser
quiero sólo merecer
su verdad antes que muera.
La pondría en una esfera
de soñolientos petardos
y mis refranes bastardos
nunca más repetiría,
porque la calma seria
azucenas entre dardos.

La encontré casi compleja
en el sofá del recuerdo
con ese rincón izquierdo
de la mente de mi vieja.
Quiero poner esa reja
de un loco reflejo hiriente
con las fosas de la mente
escondidas en pasado,
después de haberme burlado
de la risa de la gente.

¿Qué pensará? -me pregunto-.
No quiero ser descortés
si se sonrojan mis pies
antes de ser un difunto.
Si he de morir en un punto
efímero y cardinal
quiero un ángel presencial
que no tenga miedo a nada,
para entregarle la espada
de mi dolor a raudal.


CARLOS TÁVARA RAMÍREZ
CHICLAYO-PERÚ

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