EL ABORTO
He sabido que has pensado
tantas cosas inhumanas
en estas pocas semanas
que me tienes a tu lado.
Me he mantenido callado
en esta cruel decisión.
Y me duele el corazón
cuando pienso en mí destino…
Yo no elegí este camino
¡Madre, pido compasión!
He sentido los sabores
de tan agria medicina.
¡Madre que más me avecina
para estos fuertes dolores!
Me culpas de tus errores
y de tu gran negligencia
¡Madre, te pido paciencia!
¡Madre, yo no soy culpable!
Yo me siento miserable
sabiendo de mi inocencia.
Visitaste un enfermero
de muy mala procedencia,
con discreción y paciencia
te explicó lo venidero.
Aceptaste con esmero,
y ya nada te importó.
Mi alma triste se quedó
esperando sepultura.
Madre, la vida es muy dura
… ¿Y qué culpa tengo yo?
¿Madre, cuál es el motivo
por el que quieres matarme
e intentas aniquilarme
con un sentir despectivo?
¡Madre, yo me siento vivo,
y aún no logro entenderte!
¡Late mi corazón… ¡fuerte!
Madre, soy tu hijo… ¡te quiero!
aunque me espera la muerte.
Esta décima fue publicada en el libro Dichos y Hechos Lambayecanos el año 2011.
Coautor: Martín Cabrejos Fernández.
Me ayudo mucho muy linda
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